Nebulosa de emisión de la Burbuja (NGC 7635, SH 2-162, LBN 548 y Ced 210), en compañía de otras gigantescas nubes de gas, en la constelación de Casiopea, captada por Nacho Guillén desde Molins de Rei y compartida el 30 de noviembre de 2025.
NGC 7635 es una región H II que forma parte de un gran complejo de hidrógeno ionizado catalogado también como Sharpless 2-162 -o Sh2-162- (el catálogo Sharpless es una lista de 313 regiones H II, que es como se conocen a las nubes de gas y plasma brillante, que puede alcanzar tamaños de varios cientos de años luz, y en las que se forman estrellas masivas, que emiten copiosas cantidades de luz ultravioleta extrema que ionizan las nubes de gas que extienden a su alrededor).
A la nebulosa de la Burbuja la podemos ver pequeñita hacia la parte de arriba de la parte central de la imagen, en el corazón azulado al que rodea una zona de gases rojizos (una imagen de mayor tamaño de NGC 7635, y con más detalle, fotografiada también por Nacho Guillén, la podemos observar en este enlace).
Su nombre se debe a la gran cavidad esférica que parece una burbuja cósmica inflada, dentro de una enorme nube de gas interestelar.
La presente vista ha sido procesada por Nacho con una paleta Foraxx, tras un trabajo de observación y de captación de imágenes de 65 horas con un telescopio Askar FRA500 y una cámara ASI 2600MM.
Una nebulosa de emisión es una nebulosa que emite en virtud de la ionización del gas que la compone. En este caso, NGC 7635 es una región H II donde una gigantesca estrella masiva (entre 30 y 40 veces la masa del Sol) extremadamente caliente conocida como SAO 20575 (BD+60°2522), de magnitud aparente 8,7 y de tipo espectral O6,5, está expulsando un fortísimo viento estelar. Ese viento choca contra el gas denso de la nube molecular cercana y abre en ella una cavidad esférica que se va expandiendo, formando la "burbuja" que se ve. Es decir, la masiva estrella central produce:
- Vientos estelares muy potentes: El gas es expulsado de la estrella a millones de km/h (de hecho, se calcula que a unos 2000 km/s).
- Choque del viento con la nube molecular circundante: Al encontrar regiones más densas, el viento se frena y comprime el gas, formando una capa brillante alrededor de la cavidad.
- Ionización: La intensa radiación ultravioleta de la estrella hace brillar el hidrógeno ionizado en tonos rojizos (H-alfa).
El resultado es una cúpula luminosa perfectamente reconocible en fotografías astronómicas, pero que visualmente es muy difícil de observar desde telescopios pequeños, ya que sólo se aprecia algo la región circundante.
En astrofotografía con exposiciones largas aparece la famosa burbuja nítida, con la estrella que la excita justo a un lado del cascarón (no en el centro exacto, porque la nube es asimétrica, debido a que al expandirse encuentra regiones de gas frío de densidad diferente que frena su expansión, lo que le confiere un aspecto ondulado).
Aparece en muchas imágenes junto al cúmulo abierto Messier 52 (M52), aunque no están a la misma distancia ni relacionados físicamente.
Es uno de los mejores ejemplos de interacción entre viento estelar y medio interestelar, en el que se ve cómo las estrellas muy masivas modelan el entorno, antes de explotar como supernovas.
Es extremadamente fotogénica: una “esfera perfecta” rodeada de filamentos rojos y nubes azuladas.
A la nebulosa la descubrió William Herschel en 1787, año siguiente al de descubrir Urano. Una buena racha sin duda la del astrónomo germanobritánico, fruto de contemplar el cielo casi cada noche desde Inglaterra, lo que no debió ser fácil.
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