Los colores de la nebulosa de Orión

La nebulosa de Orión (Messier 42) es una de los pocas partes del cielo profundo (objetos ubicados más allá del Sistema Solar), que es visible a simple vista. El Cosmos es tan grande y está todo tan lejos... 
Desde nuestro planeta, sin telescopio, podemos ver además las Pléyades, las nubes de Magallanes, la galaxia de Andrómeda y algunos muy pocos cuerpos celestes más. El resto, sólo estrellas, individuales, dobles (que se ven como una sólo) o en cúmulos (pero sólo uno o dos).
A Messier 42 la podemos ver en el cielo en la constelación de Orión, algo al sur de su 'cinturón', en lo que parece ser la vaina de su espada... 
Sin ayuda de ningún instrumento óptico se puede observar como una estrella o como una "manchita difusa" en un cielo muy oscuro. Con binoculares o un telescopio pequeño, se pueden observar ya sus detalles nebulosos. Con un telescopio mayor, sin duda la visión de sus diferentes aspectos va mejorando. Eso sí, en blanco y negro.
Para sacarle los colores a los gases de la nebulosa, hace falta el uso de la fotografía con una cierta exposición.
Y eso nos mostró el domingo 5 de enero de 2025 Nacho Guillén, con esta imagen de la nebulosa que había hecho la semana anterior desde Fumanya (Berguedà, Barcelona). La fotografía es el resultado de cuatro horas de luminancia más dos horas de RGB.
M42 es una nebulosa de emisión y reflexión, lo que significa que emite luz propia debido a la radiación de las estrellas jóvenes, como las del llamado cúmulo del Trapecio -del que luego hablaremos-  y también refleja la luz de estrellas cercanas. Está formada principalmente por hidrógeno, helio, y trazas de otros elementos como oxígeno, carbono y nitrógeno. Es un ejemplo típico de una nebulosa H II, una nube de gas ionizado donde nacen estrellas.
Se encuentra a aproximadamente 1.344 años luz de la Tierra, y tiene un diámetro aproximado de 24 años luz, lo que la convierte en una de las regiones de formación estelar más grandes y cercanas.
El Trapecio es un pequeño cúmulo de estrellas jóvenes muy brillantes que se encuentra en el centro de la nebulosa, y consiste en, al menos, cuatro estrellas principales que iluminan la nebulosa y generan la radiación ultravioleta necesaria para ionizar el gas.
La nebulosa de Orión es un laboratorio natural para estudiar la formación estelar, ya que alberga una gran cantidad de estrellas jóvenes, protoestrellas y discos protoplanetarios (material que eventualmente puede formar sistemas planetarios).
La nebulosa de Orión forma parte de una inmensa nube de gas y polvo llamada nube de Orión, de la que ya hablamos hace poco, que se extiende por el centro de la constelación de Orión y que contiene también el bucle de Barnard, la nebulosa Cabeza de Caballo, la nebulosa de De Mairan, la nebulosa M78 y la nebulosa de la Flama.

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