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Foto de Nicola Lavarino, desde Castelldefels
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La SuperLuna del 11 de agosto salió puntualmente y fue posible ilusionar y que se admirara desde muchas partes del mundo (las que no estaban nubladas, claro) sin necesidad del telescopio (en realidad, para gozar del cielo nocturno en su conjunto el uso de instrumentos ópticos sólo son una posibilidad, pero jamás una necesidad).
Esa noche, además, la acompañaba muy cerca un débil Saturno (por lo que había que sobrexponer a la Luna, quemándola para que saliera en las fotos) y, mucho más lejos, por un Júpiter que vuelve a emerger por oriente a una hora que facilita su contemplación (se ve en la última foto).
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Foto de Anna Vollmer, desde Palamós (abajo se señala la ubicación de Saturno)
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Foto de Silvia López, desde La Habana (Cuba)
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Foto de Aure Valentín, desde Reus
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Foto de Víctor Castelao, desde el Cabo de Gata
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Foto de Julia López Borgoñoz, desde Castelldefels
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Foto de Alfonso López Borgoñoz, desde Cruilles (de blanco, hablando, el trompetista Ricard Gili a la izquierda)
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Foto de Afonso López Borgoñoz, desde Palamós (abajo se ve la misma imagen, marcando la ubicación de Saturno y Júpiter)
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