¿Un caballo surgiendo del infierno?

Un caballo negro entresacando su cabeza por lo que parece un fuego eterno infernal...

Tal parece el resultado de esta imagen de Nacho Guillén, desde Molins de Rei, de la nebulosa de gas frío y oscuro de la Cabeza de Caballo -Barnard 33- ante el fondo de la nebulosa rojiza de emisión IC 434 (ambas a la derecha), y a su izquierda la nebulosa de emisión de la Flama (NGC 2024), separada de la nebulosa Cabeza de Caballo por la estrella Alnitak, que es la que está más a la izquierda del cinturón de la constelación de Orión.

La imagen la capturó estas navidades pasadas. Es uno de los primeros objetos de cielo profundo que captó cuando empezó en 2022 y él tenia ganas de volver a intentarlo para ver su progresión. Realmente notable, y eso que partía desde un punto alto, como se ve en la última imagen. Son 10 horas de imágenes tomadas con el filtro UHC-S.

Revisando imágenes antiguas, comprobamos que Rafael Borrás captó el conjunto el pasado 30 de octubre y también antes Antoni Xavier Fernàndez y Daniel Martínez. Julio Suitino, y Joaquim Tarragó en 2016.






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