El sábado 23 de enero, Mercurio alcanzó su punto de separación más amplia del Sol por el este hacia las 18 h, alcanzado los 19 grados. Un buen momento para tratar de pillarlo con una cámara fotográfica si no habían nubes. Desde Castelldefels Rafael Borrás y Alfonso López Borgoñoz trataron de cazarlo pero fue imposible. El cielo al oeste estaba lleno de nubes y pronto lo estuvo todo el cielo completamente. Por telescopio, el planeta debía mostrar una fase menguante.
Ramón Hartopp Sancho, desde Hadlow (Kent, Reino Unido), antes que su cámara NIKON D3300 casi se congelara por la temperatura bajo cero, pudo, primero, sacar una foto de Mercurio y luego, unas 4 horas y media después, acabo de sacar una foto del cúmulo abierto de El Pesebre (Messier M-44). Las dos fotos se tomaron con una cámara con un objetivo de 300 mm sobre trípode.
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